31/10/14

LA TEORIA Y AYOTZINAPA

* Publicado en el suplemento Laberinto del diario Milenio, el 1 de noviembre de 2014.
An English translation can be read here: Venepoetics (Guillermo Parra)

LA TEORIA Y AYOTZINAPA

Sucesos como Ayotzinapa ponen a prueba nuestros conceptos. Las élites comentaristas de los territorios dominados usan ideas de las ciencias sociales y Humanidades de una época previa. Este desfase ha sido evidente en el caso de Ayotzinapa.
Enunciaré tres entendidos que la teoría hoy juzga ya obsoletos. Pero que rigen la interpretación de Ayotzinapa.

No es necesario Foucault o Snowden para saber que no existe nada llamado “vida personal”. Pero se insiste que Ayotzinapa fue pérdida de vidas “personales” de “jóvenes”.

Ayotzinapa fue un atentado contra un grupo micropolítico, compuesto de decenas de mexicanos de los que existen millones, un perfil que nada tiene de “individual”. 

Caras, deseos, descontentos, sus vidas eran iguales a las de millones de cuerpos aquí y allá. Ayotzinapa no pertenece al orden de lo biográfico sino al de lo biopolítico.

Una segunda falacia de los comentaristas indica que el gobierno mexicano es el sujeto agresor. 

Es consenso teórico que vivimos un orden global. Pero los comentaristas se aferran a la existencia de gobiernos autónomos, identificables y “nacionales”.

Parecen no conocer Nafta. No saber que somos parte de América del Norte. 

Todo lo que sucede aquí es check list de poderes económicos, militares y políticos que administran esta zona transnacional. Sólo ilusos o desesperados pueden creer en lo “nacional” y ante un evento así reclamar a su clase política edecán.

De Ayotzinapa a Ferguson, toda represión de esta zona sigue una misma geopolítica.

Por eso un tercer viejo entendido (invocado hasta el cansancio estas semanas) resulta el más risible: lamentar que en “México” no exista el “Estado de derecho”, la “ley” y, en cambio, impere la “barbarie” o la “corrupción”; como si vivieran en un siglo que nunca existió y no supieran que la “civilización” y la “ley” operan aquí a la perfección y, por ende, imponen la violencia y la desigualdad.

Ayotzinapa fue violencia civilizatoria, no muy distinta a la practicada en la Nueva España para “civilizar” indígenas y negros y muy similar a la rápida y furiosa violencia civilizatoria norteamericana.

Ayotzinapa fue un acto policiaco más para imponer “civilidad” hoy en la región trasnacional de América del Norte. Nada tiene de especialmente mexicano. 

Aún más que el 68, Ayotzinapa es una medida protectora de intereses económicos diversos. Nunca sabremos cuál dio la primera y la última autorización para proteger tales intereses, ya siempre glocales.

Si tú crees que el tonto es el presidente, el tonto eres tú. Los gobiernos nacionales no existen. Esto lo sabe la teoría de lo global desde hace mucho.

No pensemos que la lúcida teoría nos ayudará. Ella es sólo la técnica confesión del crimen civilizatorio. 

Comentaristas y víctimas comunes van y vienen sin sospechar siquiera la diagnóstica risa de la alta teoría, ella, siempre vecina de los genocidas.



25/10/14

PERDER TU CARA, PERDER TU NOMBRE

Publicado en el suplemento Laberinto del diario Milenio el el 25 de octubre del 2014.

* And Guillermo Parra has translated it into English here: Venepoetics.

PERDER TU CARA, PERDER TU NOMBRE

Justo hace veinte años yo era un obrero de la maquila en Tijuana y planeaba poner bombas en esas fábricas y en el edificio del PRI frente al muro que puso Estados Unidos.

No sé si por excelente o pésima suerte, la maquila (Verbatim) en que yo trabajaba en aquel año estaba frente a una universidad pública, y solicité ingreso, y fui aceptado y decidí cruzar ese puente, que me sacó del ensamblaje y de la cartolandia del este de Tijuana donde vivía sin servicios públicos y rodeado de laboratorios de droga, porque aquella era la mera época y zona operativa del cártel.

Muchas cosas han sucedido desde entonces. A veces me pregunto por qué quise dejar de ser un maquiloco, ese miserable tan encabronado con cada punto del sistema.

Hoy soy un escritor (odiado por muchos) pero, al contrario de aquel joven tijuanense que soñaba ser alguien (escapar de la miseria), hoy quiero ser nadie.

A mitad de septiembre de este año anuncié cerrado el proyecto de Heriberto Yépez porque lo consideraba el sueño de un joven marginado para salvarse convirtiéndose en un escritor de la literatura mexicana; no faltaron idiotas que saltaron de gusto por la desaparición (imaginaria) de una obra, nombre o, peor aún, un escritor.

Unas semanas después, el gobierno decidió organizar otra más de sus matanzas de descontentos. Ante aquello reiteré que mi decisión de desaparecer como nombre no era un capricho personal sino abono de algo mayor.

A uno de los ejecutados de Ayotzinapa le arrancaron la cara, lo desollaron; mientras ese crimen tan horripilante circulaba (como antiselfie), no pude evitar pensar que la decisión de desaparecer mi nombre y, prácticamente autosepultar mi carrera, era congruente con este momento (y otros).

Aquel joven soñaba ser alguien, porque era lo que en una colonia marginada del norte de México y el patio trasero de Estados Unidos se podía soñar.

Antes fui un apestoso proletario y hoy soy un apestoso intelectual. Hoy quiero solidarizarme con los ejecutados de todas las causas (y cárteles) y, por ende, desposeerme de mi propio nombre. No tener rostro o firma personal, ser otro desaparecido más (en este control colonialcapitalista).

Nunca más aparecerá un libro ensamblado por estas manos bajo aquel nombre.

Desgraciadamente, tengo que vivir de algo y seguramente tendré aquí o allá que firmar con el nombre aparecido en mi acta, que es falso (como todo nombre e identidad) pero como mínimo gesto intelectual y como mínima señal de congruencia con la historia mexicana de la que soy parte quiero dejar claro que estoy convencido de que ser éticamente mexicano hoy significa abandonar todo, comenzando por nuestra propia cara (desollada) y nuestro propio nombre (punto de un dron de la CIA).

El viento dice que es justo el momento de perder la cara, perder el nombre.

Nada del mundo anterior ya sirve para nada. Viene otro mundo. 

21/10/14

INTELECTUALES Y ARTISTAS DE 6O PAISES Y 500 UNIVERSIDADES

Intelectuales y artistas de 60 países y 500 universidades hacen varias exigencias al gobierno mexicano respecto del genocidio de Ayotzinapa.

Leer la nota aquí: http://www.sinembargo.mx/21-10-2014/1148344

"Por medio de una carta abierta –publicada simultáneamente en español, inglés, francés, portugués y catalán– filósofos como Noam Chomsky y Judith Butler; poetas y artistas como Coco Fusco, Cristina Rivera Garza y Raúl Zurita y personas con importantes aportes teóricos, en la crítica cultural y en el pensamiento social como Eduardo Buscaglia, Andrea Giunta, Francine Masiello, Gabriela Polit, entre otros, denunciaron las irregularidades de la investigación y las interrogantes sobre el caso."


20/10/14

LA ARENGA

Alguna vez Rafa y yo discutíamos acerca de qué canción podíamos compartir como campo intermedio entre sus gustos musicales y los míos, y después de algunos minutos de discusión llegamos al acuerdo de que era esta:


Como siempre (desde su partida) recordándolo, a un colega y amigo inolvidable.

18/10/14

LINKS DE COLUMNAS PASADAS

A propósito de la matanza de normalistas en Ayotzinapa, varias personas me han pedido que les dé el link de una columna que escribí hace ya tiempo (acerca de los profesores mexicanos y la represión en su contra a través de estereotipos):

Este es el link: http://archivohache.blogspot.com/2013/09/que-fue-del-profe.html

*

También me han pedido el link de estas otras dos columnas:

"El PRI y el Bonsai Intelectual":
http://archivohache.blogspot.com/2013/07/el-pri-y-el-bonsai-intelectual.html

"El Periodo Post-Paceano":
 http://archivohache.blogspot.com/2014/04/el-periodo-post-paceano.html

Si algún fin de semana tengo algunas horas libres, haré un índice de todas las columnas accesibles en Internet. Pero, bueno, ¿alguien todavía conoce eso llamado 'tiempo libre'?

BENJAMIN EN LA ERA DEL SELFIE

Publicado en Laberinto del diario Milenio el 18 de octubre del 2014.


Benjamin en la Era del Selfie


Walter Benjamin decía que la fotografía nos permite conocer aquello que llamó el “inconsciente óptico”. ¿Se sostiene hoy su idea?

Benjamin empleó ese término en su ensayo “Pequeña historia de la fotografía” de 1931. A más de ochenta años de la idea de Benjamin, ¿qué momento vive la fotografía? El Selfie.

Como todo en Benjamin, el “inconsciente óptico” es una tesis no completamente desarrollada. Benjamin todo lo escribió en apuros.

Pero según él, la cámara tiene la capacidad de registrar percepciones que normalmente escapan a nuestra atención. Algo que el ojo humano no puede ordinariamente captar y que la foto, sin embargo, atrapa, hace visible.

Hoy podemos pensar que Benjamin, sencillamente, favoreció demasiado al cine y la fotografía, dándoles excesivo crédito. Pero pensemos más allá de esta impresión.

¿Qué pasaría si efectivamente la fotografía del siglo XX hubiera conseguido abrir una oportunidad de acrecentar la psique? ¿Qué pasaría si la fotografía abrió el acceso al inconsciente óptico, tal como el psicoanálisis lo hizo con el inconsciente pulsional?

El Selfie, entonces, sería la forma en que el ojo humano desea sabotear la visión de la cámara que, según Benjamin, revela una realidad desconocida. 

Hoy para estropear lo que la fotografía podría mostrarnos hemos decidido llenar el lente con lo más reaccionario que existe: nosotros mirándonos a nosotros mismos mediante la imagen que queremos que otros tengan de “nosotros mismos”.

El discurso sobre la fotografía que dominaba en los años previos al Boom del Selfie decía (sobre todo en Internet) que la fotografía de guerra ya había perdido su capacidad de intranquilizar o movilizar conciencias, que no tenía mucho caso circular fotos de desastres, atrocidades o guerras, que nada se conseguía, que la fotografía había perdido su efectividad.

Y luego llegó el auge del Selfie. Toda la Red se inundó de Selfies —casi habían tantos Selfies como Porno— y gracias al Selfie la cara de la gente revivió la confianza en el poder de la fotografía de capturar algo “relevante” y, sobre todo, la cara de la gente logró tapar cualquier otra cosa que la fotografía podría registrar. 

La fotografía de principios del siglo XXI pasó de la posible emergencia del inconsciente óptico (el no-yo) al rotundo hit del Selfie total.

De esta situación podríamos derivar una lamentación moral contra el Selfie o una de esas ironías californianas que congratulaban tanto a Baudrillard.

Pero propondré algo distinto: el Selfie como intento desesperado para tapar la realidad con la imagen que deseas que otros tengan de ti mismo no perdurará.

Por más que el Selfie desee llenar el espacio total de la fotografía, el Inconsciente óptico no tardará mucho en disolver al nuevo Ego foto-global.

Algo sucederá en la cámara que quebrará el intento del Selfie de convertir la lente en un espejo más.


17/10/14

AYOTZINAPA - CARTA DESDE EL EXTRANJERO



Hay una carta abierta escrita por un colectivo de académicos fuera de México, y que invitan a que otros sumen su firma y la difundan entre otros académicos en el extranjero.

Aquí la carta (en varios idiomas):

http://ayotzinapasomostodos.wordpress.com

*

La foto aquí abajo es de una acción colectiva organizada en la Universidad de California, Berkeley, para denunciar y exigir justicia por los acontecimientos en Ayotzinapa.



13/10/14

AYOTZINAPA 2014



"Guernica"

En el país del norte
la decisión fue tomada
luego de días de protestas y sanciones.

Las medidas apuntan a reforzar
el tipo de bombardeo:
mercenarios y soldados
que aún le son leales.

Es un crimen.
No nos quedemos simplemente inmóviles.

* Texto (2011) e ilustraciones (2014): Amaranta Caballero Prado.

11/10/14

OTRO GOLPE DE LOS INFRAS

* Aparecido en el suplemento cultural Laberinto del diario mexicano Milenio (11 de octubre del 2014).

Otro golpe de los infras

El infrarrealismo sigue reinventándose. Perros habitados por las voces del desierto (Aldus, 2014) parece ser solo una antología de poesía infra, editada por Rubén Medina. Pero es algo más.

Sigo pensando que hubo varios infrarrealismos. Con el tiempo esta interpretación será entendida. Un error del libro de Medina es no ver que, por ejemplo, excluir a José Vicente Anaya de esta antología es incongruente.

Es incongruente porque, como Medina dice, Anaya “es uno de los fundadores del infrarrealismo” y porque Medina define al infrarrealismo por su nomadismo pero excluye a Anaya del infrarrealismo ¡por nómada!

Bajo ese criterio, el propio Bolaño tampoco debería ser considerado infrarrealista.

Pero no quiero concentrarme en esta discrepancia que tengo con el libro de Medina; más bien quiero enfatizar que me parece que Perros habitados es una de las obras literarias más importantes publicadas en México en esta época.

Lo más innovador de la poesía mexicana ya no va a venir necesariamente de los “jóvenes” impulsados por el cuasi-mercado, las redes sociales (los selfies asociados) y el Gobierno Compra-Cultos sino de una radical relectura del pasado, de un insurgencia del archivo.  

Los libros más innovadores hechos por un escritor nacido en México que se están publicando en este momento no son de ningún escritor “joven” o “nuevo” sino los de Ulises Carrión, que los escribió hace décadas y la “tradición” decidió ignorar por completo. Algo similar sucede con el infrarrealismo.

Bolaño reabrió el archivo en 1998. Los letrados mexicanos aún no se lo perdonan.

Anaya ha insistido en su propia visión del infrarrealismo —crítica al bolañocentrismo— y ahora Medina nos entrega otra (re)definición, haciendo un amplio muestrario poético del infrarrealismo. 

Su visión es distinta a la de Anaya y Bolaño, insisto.

De este libro quiero celebrar especialmente el largo prólogo de Medina. Se trata de un retro-manifiesto infrarrealista estupendo.

Ese texto es uno de los ensayos más completos que haya escrito un poeta mexicano en los últimos cuarenta años; su combinación de lenguaje urbano y teórico, testimonio y crítica literaria lo pone aparte. 

La literatura mexicana actual es fresa y, por ende, sorda. No podrá aceptar que este largo ensayo de Medina es más innovador, más contemporáneo, que lo que están escribiendo los supuestos “nuevos” poetas mexicanos.

Las compuertas reventaron. El control “republicano” se debilitó. Las reglas habituales están dejando de operar. Una serie de accidentes movieron todo. Y los más jóvenes ahora son los más rancios.

Lean el ensayo de Medina en Perros habitados por las voces del desierto. Ese ensayo es una excelente jugada de ajedrez realizada con un trompo, bajado de una máquina del tiempo chilango-chicana.

Sospecho que vienen en camino otros Ovnis.



5/10/14

GRACIAS

A mediados del 2012, Laberinto abrió blogs para sus colaboradores regulares y acordamos que este fuera el sitio donde reproducimos mi columna semanal en la versión impresa de este suplemento cultural mexicano. Esta semana el blog alcanzó las 180 mil entradas. Todavía no entiendo la causa. Pero gracias por sus lecturas.

4/10/14

ESTABILIZAR A ULISES CARRIÓN

Publicado el 4 de octubre del 2014 en Laberinto del diario Milenio.

ESTABILIZAR A ULISES CARRIÓN

En el número 195 de Tierra Adentro —que alguna vez pensó impulsar la descentralización y hoy premia el re–centralismo entre los escritores de todo el país se publica “El proceso Carrión”, una reseña de Roberto Cruz Arzabal sobre los tres volúmenes del Archivo Ulises Carrión.

Cruz Arzabal dice: “se hubiera agradecido un plan editorial más claro”. Los responsables, sin embargo, compartimos el gusto de Carrión por el suspenso. El plan completo es un secreto.

Al igual que otra reseña en Letras Libres, Cruz Arzabal dice que la serie “debió contar con mejores apoyos institucionales. Esto generaría una lectura distinta de la figura de Carrión en relación con el medio artístico actual, más estable pero también más clara”.

¿Carrión vuelto coffee table book? ¿Obras Completas en el FCE? (ahora más oficialista que nunca).

No, Carrión no necesita Canon.

Es muy probable que Tumbona se encargue de publicar al menos tres volúmenes más del Archivo Carrión. Pero el concepto será visible al mismo tiempo que el proceso.

En general, Cruz Arzabal cuestiona la estructura y orden de los libros para luego, en contradicción (inadvertida), apoyarse en esa estructura y orden.

Lo mismo ha ocurrido, por cierto, con otros reseñistas.

En el primer volumen agregué una introducción general (y breve) sobre todos los periodos literarios y visuales de Carrión; en el segundo, preparé un largo estudio especializado sobre su posición en el arte correo de los años setenta; y en el tercero, un estudio de mediana extensión de su relación con otras estéticas concepto–contextuales.

Con estos tres primeros y heterogéneos estudios he querido darle al lector tres opciones para entender a Carrión respetando su maravillosa complejidad.

Cruz Arzabal es un crítico inteligente, mejor informado que otros. Pero sigue siendo presa de las inercias de la poética y crítica mexicanas; sus paráfrasis y omisiones, sus gustos y metáforas (querer que Carrión, por ejemplo, sirva para volvernos el “Gran Monstruo del Gran Monstruo”) delatan la pervivencia del tradicionalismo tras la nueva prosodia académico–irónica, situación característica de la nueva crítica mexicana, de la que —si lo pide el diablo— escribiré en otra oportunidad.

De la nacional a la virtual, Ulises Carrión desestabiliza el consenso estético actual; por ende, se desea estabilizar a Carrión. Reseñas, redesocialitis y academia–estándar generalmente son parte de un intento multilateral de neutralizar todo aquello que produce inestabilidad.

Casi toda crítica procura un relativo control de daños. El campo pide al comentarista–“crítico” purgar de elementos indeseables (enunciados, personas, relaciones) a la forma inquietante.

Carrión produce ya un corto circuito. El corto circuito está siendo más o menos administrado y, ciertamente, se intentará repararlo. Pero Carrión va a ganar; tomará cierto tiempo y nada será igual.