30/3/15

COATLICUE FINALLY RESPONDED TO ME

Leeré en Lehigh University una parte de una investigación que he estado realizando. Aquí la información:

MLL International Scholars Lecture Series

COATLICUE FINALLY RESPONDED TO ME.
THE PRODUCTION, EXCHANGE, AND PURPOSES
OF “AGENCY” BETWEEN RUBÉN BONIFAZ NUÑO AND COATLICUE
By
Heriberto M. Yépez
Experimental Writer, Poet, and Scholar

Thursday, April 2, at 4:10 p.m.
Room 102, STEPS Building
This talk will explore how the experience of non-human agency can occur in a contemporary context involving literature, Pre-Hispanic deities, museums, and multi-media. It will examine a contemporary instance of “idol” agency in which we have relevant information and sufficient context to identify how such a social and psychological phenomenon of agency is imagined, generated, lived, represented, and re-experienced. The talk will discuss several historical processes that triggered a personal experience of non-human agency involving Rubén Bonifaz Nuño, a Mexican contemporary poet and intellectual, and Coatlicue, a Pre-Hispanic deity.

Heriberto M. Yépez is the author of more than twenty books of poetry, fiction, and non-fiction. His most recent publications are The Empire of Neo-memory, a translation into English of his work on Charles Olson’s travels into Mexico; Eye of Witness. A Jerome Rothenberg Reader, which he co-edited; and the compilation and translation into Spanish of three volumes of writings by Ulises Carrión, the post-Mexican writer and visual artist who wrote in English most of his work. Yépez now lives between Tijuana and the Bay Area.


Co-sponsored by the Latin American Studies Program

28/3/15

CONTRA TODA BIOGRAFIA

Publicada el sábado 28 de marzo del 2015 en Laberinto, Milenio.



Contra toda biografía

Víktor Shklovski sabía que el arte es una técnica para desautomatizar la percepción, re-presentar algo de un modo no familiar: enrarecer el mundo, hacer extraña a la realidad. Hoy vivimos la renuncia de este principio.

Los propios artistas, al identificarse con la lógica familiarizadora del mercado y las redes sociales, debilitan al arte. Los artistas ya no legan sus obras sino ofrecen sus personas como mercancías de consumo inmediato. En la era del Facebook, el artista se reproduce para ser reconocible, familiar.

Hay mucho de fascismo en el uso de la fotografía en Internet. La selfieficación de todo sujeto. 

El selfie suicida la distancia crítica y hace triunfar al Yo, el hambre de popularidad, aprobación, normalidad y auto-venta. Todo un mundo no conoce más que la publicidad.

Otro medio por el que la sociedad asesina a sus sujetos disensuales es mediante la biografía.

La biografía ya es un género estable y convencional, que hace creer que vida y chisme son idénticos. Todas las biografías giran en torno al morbo sobre la familia, el amor, el sexo, las relaciones públicas y la opinión. 

La obra de Heidegger, por ejemplo, es muy compleja. Pero sus biógrafos, en cambio, convierten a “Heidegger” en algo estándar: desechable. 

Las biografías son venganzas que la sociedad comete contra los seres humanos extra-ordinarios; volviéndolos una biografía, la sociedad se tranquiliza haciéndose creer que son bastante parecidos al resto; e incluso, mediante el chisme, moralmente inferiores.

La biografía es el odio de los mediocres contra los sujetos no-estándar.

Las biografías reducen artistas, escritores o filósofos a una serie de anécdotas o relaciones “personales”, en donde, lo esencial (la obra) queda aniquilado por lo “privado”.

La biografía busca probar que el escritor o artista es un “ser como nosotros”, busca reducir el problema del creador a un asunto personal.

¿Cuál es el verdadero problema del creador? No su “vida” sino el lenguaje. Como nuestra época ha consolidado una relación instrumental con el lenguaje, lo ignora como problema o misterio, y para no entender la literatura mejor retrata, graba, entrevista, palomea o cataloga escritoras y escritores.

Al identificar la literatura con la persona de los escritores, nuestra época la ha sepultado como escritura allende lo “individual”.

Del sujeto disensual, lo biográfico hace un ser cotidiano, anecdótico, reducible a lo “personal”. Y eliminan al verdadero agente: el lenguaje. 

Si combinamos la falacia de la biografía y la autopublicidad de las redes sociales tenemos una máquina que destruye aceleradamente al arte y al pensamiento.

Lo más interesante que tiene el arte o la filosofía es aquello que tiene de impersonal, colectivo y, finalmente, de inhumano. 

Uno de los grandes errores políticos, éticos y estéticos de esta época es solapar el gran engaño que fundamenta toda biografía.

21/3/15

EL ESCANDALO DEL SUJETO-CONCEPTO: KENNETH GOLDSMITH




"Archivo Hache" es mi columna semanal en el suplemento cultural Laberinto del diario mexicano Milenio. La siguiente columna se publicó el sábado 21 de marzo del 2015.


* This piece has been translated into English by Guillermo Parra here



El escándalo del sujeto-concepto: 
Kenneth Goldsmith

El 13 de marzo, el famoso escritor Kenneth Goldsmith leyó en Brown University un poema titulado “El cuerpo de Michael Brown”, una apropiación del reporte de autopsia del joven afroamericano asesinado por un policía de Ferguson en el 2014; este linchamiento ha provocado grandes protestas contra el persistente racismo en Estados Unidos. Apenas circuló la noticia del poema de Goldsmith, la polémica estalló en Internet.

Goldsmith justificó en su Facebook que el poema da continuidad a su obra, basada en apropiación de textos. Después pidió a la universidad de que no hiciera disponible el video.

Ya antes he escrito mi desacuerdo político con Goldsmith. Ahora quiero hacer notar su inconsistencia conceptual.

Goldsmith aboga por una escritura no-creativa derivada de la apropiación textual en la era de la distribución electrónica. Pero su obra más bien es una escritura re-creativa del modo en que la gravedad de los reportes es destruida por el sistema neoliberal.

Goldsmith ha convertido en arte las apropiaciones que medios, corporaciones y gobierno norteamericano encabezan.

Táctica clave de este conceptualismo es negar la geopolítica que hace posible esta estética re-creativa; aplaudida, literalmente, por la Casa Blanca.

Ante la indignación que provocó su re-creación de un reporte sobre el cadáver de una víctima de ultra-violencia racial, Goldsmith quiso alegar que no hubo mala intención.

Se trata de una inconsistencia porque el propio Goldsmith ha insistido durante años que sus obras se derivan de conceptos ajenos al sujeto romántico. Pero al defenderse moralmente, Goldsmith recurre al sujeto poético que dice haber dejado atrás.

Para que Goldsmith sea congruente con su arte debe dejar de fingir inocencia o justificar sus re-creaciones.

Si Goldsmith quiere ser congruente debe él mismo dejarse ser totalmente apropiado por la lógica del gobierno norteamericano. Debe volverse un sujeto-concepto regido por el neoliberalismo y, rigurosamente, abrazar la brutalidad, el saqueo y el programa total del capital.

El legado de Goldsmith será haber vaciado de toda crítica anticapitalista al experimentalismo literario norteamericano. Si no quiere debilitar ese legado, debe llevarlo hasta sus últimas consecuencias y no apelar a motivaciones personales o supuestos malentendidos o buenas intenciones. 

Goldsmith contribuirá a la historia de la poesía si termina de sepultar los últimos restos del yo lírico y lo convierte en un sujeto-conceptual pre-determinado por el capital.

Kenneth: no debes abandonar la lógica interna de tu obra. Al contrario, debes permitir que el capitalismo se apropie totalmente de tu persona-literaria, en lugar de querer justificarla mediante tu persona-moral. Tú eres un artista neo-imperial. No sabotees esa función con discursos de artista retro-romántico.

De todos modos, esa obra y esa persona literarias ya encarnan el deseo de embellecer al Concepto Capital.

Y no lo olvides, la crisis será trasnacional o no será.

19/3/15

NUEVAS TENDENCIAS DE LA RECEPCION DE LA NARCOLITERATURA


Si alguien le interesa la discusión de la narcoliteratura, aquí cuelgo un artículo que escribí y que apareció publicado hace poco en libro.

Se puede bajar el pdf aquí: "Nomos del norte: nuevas tendencias de la recepción de la narcoliteratura mexicana entre medios, academia y gobierno"

EL ASUNTO ARISTEGUI ES PARTE DE LA NUEVA CIVILIDAD

Como he escrito aquí hace unos meses, en la región de América del Norte se está implementando una política de la expresión, la "nueva civilidad", que consiste en controlar las posibilidades de expresión del descontento en esta región geopolítica.

Lo que ha ocurrido con Aristegui es parte de esos ajustes.

"Veremos todo tipo de ajustes, represalias, estímulos, procesos para asegurar esta cultura de la expresión —la polémica en donde tú serás tu primer policía— desde las redes sociales hasta las clases informantes"

Link al texto de septiembre pasado "La nueva civilidad en la nueva polémica"

14/3/15

LA FOTO COMO POLICIA DEL ARTE



"Archivo Hache" es mi columna semanal en el suplemento cultural Laberinto del diario mexicano Milenio. La siguiente columna se publicó el sábado 14 de marzo de 2015.


LA FOTO COMO POLICIA DEL ARTE

La relación entre el escritor y la fotografía solía ser retrospectiva; conocíamos a un escritor consagrado o muerto por sus viejas fotografías; Internet modificó drásticamente esa relación y hoy conocemos antes las fotografías y luego (quizá) la obra literaria de los escritores. 

Grave problema: la fotografía es la Gran Normalizadora, y la fotogenia es la prueba de que todo está OK: amas, gozas, trabajas, consumes, descansas, existes, luces, vendes obedeciendo cada cláusula del contrato social. 

Un retrato es siempre la certificación de una obediencia al control; la policía incrustada en la retina. El cambio de la relación entre literatura y fotografía ha resultado en otro factor más de la normalización del escritor, que caracteriza a esta época de las artes verbales.

Nótese, por ejemplo, la función de la foto en el experimentalismo: la escritura puede querer no ser comunicativa, eludir el realismo y la lectura-pasiva; pero la persona que escribe experimentalmente, en cambio, desea ser reconocible, real, transparente, presente, comunicable, familiar gracias a sus fotos.

Esta es la gran incongruencia del experimentalismo y toda literatura actual. Su adicción a la fotografía muestra su entrega al capital.

La fotografía ha hecho más comercial a la literatura comercial y más aceptable a la literatura experimental. 

Hoy ser escritor es aparecer en fotografías. Si hay un anuncio de una lectura, libro o evento veremos una fotografía del escritor. Participar en lo literario es aparecer en una fotografía.

El libro importa menos; los géneros centrales son álbum y pic. 

La fotografía es el arte más reaccionario de nuestro tiempo; está, por lo menos, 100 años detrás del arte contemporáneo. Sin embargo, el arte contemporáneo depende del padrinazgo del retrato.

El escritor mediante la foto se vuelve una “personalidad”; el texto es apenas el producto vendido por la “celebridad”.

Si bien el libro está en crisis, la figura del escritor, en cambio, aumentó en relevancia.

No es azar que tengamos ya escritores que no escriben y sean célebres en el espectáculo de las Humanidades. 

Hemos llegado al momento en que ninguna innovación radical de la forma artística sucederá si no hay una crítica radical del espectáculo.

La falta de radicalidad del presente momento literario, teórico y artístico, en general, es evidenciada por la naturalización de la foto como carta de presentación del autor.

La fotografía es el pilar del espectáculo. Pero mediante su uso del retrato, el escritor merma la distancia, el extrañamiento del arte.

La foto es la firma del escritor con las clases en el poder y el gusto consumidor. El retrato expresa su afinidad con los dominadores y su atractivo y accesibilidad para el consumo. 


Si el escritor se niega a romper el contrato fotográfico, la escritura, sin embargo, romperá su contrato con el escritor. 

7/3/15

DEL E-BOOK AL FIN DE LA OBRA-TEXTO

"Archivo Hache" es mi columna semanal en el suplemento cultural Laberinto del diario mexicano Milenio. La siguiente columna se publicó el sábado 7 de marzo del 2015.


DEL E-BOOK AL FIN DE LA OBRA-TEXTO

La discusión sobre el e-book solía centrarse en debatir si sustituiría al libro de papel. O en discutir si el e-book podría ser un gurú.

El e-book no será el vencedor del libro de papel; más bien podría desaparecer antes que él.

La crisis del libro no necesariamente desemboca en su extinción, sino en su neutralización como forma crítica, en su instrumentalización. 

El libro —incluido el digital— será reemplazado por tecnologías audiovisuales, redes, nubes, voces, implantes y servicios sinestésicos de información corporativo-gubernamental.

El fin de la fase heroica del e-book puede verse con mucha claridad en el estudiantado del primer mundo, que consigue la versión digital de un libro, por ser más práctica, barata, transportable, cómoda y a la que, al mismo tiempo, no le dan mucho valor. 

El libro digital es un instrumento desechable. Se trate de Tolstoi o de un curso de econometría, el texto digital es visto como archivo pasajero. 

(Los clásicos son los libros menos valiosos monetaria y simbólicamente en el mundo digital. Los clásicos son la clase baja de @ccidente. El canon es el grado cero del e-status).

El libro digital es el libro menos inconveniente. Más que ser la causa de la crisis, el e-book ha frenado el fin del libro, prolongando la vida de la obra-texto

Pero la obra-texto —la obra que toma forma por la primacía y separación de un texto de otros textos, obras y medios— peligra.

Es probable que en Internet comience la evaporación de las fronteras del libro como artefacto textual autocontenido. 

Es posible que el sistema educativo neoliberal (o su sustituto) prescindan del libro, desintegrando la obra-texto.

El libro como artefacto (y mercancía) separada sólo sobrevive hoy por la precariedad tecnológica de los sistemas educativos norteamericanos (replicados en todas partes). 

Pero apenas sea redituable prescindir de la aula presencial centrada en un profesor, bibliotecas adjuntas y cursos organizados en torno a una serie de lecturas, el libro (incluyendo el digital) será obsoleto.

Cuando las universidades se integren al mundo electrónico, se virtualicen y el aprendizaje que hoy todavía se realiza en una interacción entre textos digitales y aulas presenciales se realice en atmósferas puramente virtuales, el libro terminará.

El fin del libro podría ocurrir cuando el e-book pierda sus fronteras y el texto sea fundido, fragmentado, apropiado, trans-mediado. 

Este proceso ya tiene cierto nivel de avance: ya los sistemas educativos han logrado transformar al libro en un mero contenedor de información (explícita o decodificable). Una vez terminado este proceso, el libro digital perderá sus orillas.

Ya no será relevante leer obras-texto separadas de lo demás. El texto pasará a ser un elemento periférico dentro de plataformas holo-mediáticas de adoctrinamiento.

Orwell se equivocó: dentro de la pantalla estaremos nosotros y lo único fuera de ella será la conexión del Gran Hermano.