Los
maestros marchan en campo minado. Desde un punto de vista cultural, ¿qué
imágenes explotan?
Desde el cine de Cantinflas, la música
de Cri Cri y los multimedios de Chabelo hasta la filosofía de Vasconcelos o Las batallas en el desierto de Pacheco,
ser “profe” ha sido representado como guía, aliado, ideal de los más
necesitados económica y emocionalmente. El Profe como Pastor.
Hoy en los medios se combate esta
representación cambiándola por la del Profe-Tribu: “huevón y revoltoso” de Plaza.
Estos dos imaginarios están chocando.
El régimen post-revolucionario necesitó
a los maestros para expandir su ideología nacionalista y aun de izquierda. Esos
dijes ideológicos se los quitó el gobierno en los noventa. Pero afincaron en el
magisterio.
Los profes son pastores contra la
sociedad de control.
Su poder cultural consiste en administrar
flujos de información y descontento contra el nuevo sistema.
Como los curas, han perdido prestigio. E
Internet, en cierta forma, les quitó un viejo poder (repartir la información) y
les dio otro (obtener más contra-información). El profe supo llegar vivo a la
cibersociedad. ¿La sobrevivirá?
Los mexicanos que educan a otros a tener
una actitud subversiva no son los intelectuales o artistas (casi siempre
conservadores y sin contacto con las mayorías).
Los periodistas mexicanos, por su parte,
nunca han tenido la respetabilidad social que se ganan miles de maestros
anónimos.
Son profes de primaria y secundaria
quienen educan a millones de chavos a desconfiar de Televisa. Y son ellos quienes
luego dan base teórica contra el régimen en la preparatoria y universidad.
Los maestros son la oposición cultural
con más influencia en el país.
Desde hace años mantienen intensa lucha.
Se opusieron al modelo de “competencias” que ve al estudiante como mano de
obra; se opusieron, asimismo, a la eliminación de materias (la filosofía, por
ejemplo) y contenidos (indígenas desalojados de los libros de texto). Los
maestros resguardan.
Ahora que se agudiza el modelo económico
capitalista mediante la reforma educativa, hacendaria y energética, los
maestros dan una batalla más.
No perdemos de vista que además de su historia
mexicana, esta movilización es global. Maestros y estudiantes llevan años tomando
las calles para enfrentar recortes y “reformas” educativas desde Chile y
Centroamérica hasta Grecia y California.
Muchas veces medios representan esta
lucha como “laboral”. Y las protestas reciben la cobertura de un reporte de tráfico.
A nivel cultural, masas de maestros
rechazan formar trabajadores y televidentes pasivos. El viejo y endeble enlace
entre magisterio y gobierno, ¿desaparece?
El fantasma aparece en varios frentes:
aulas, calles, medios e imaginarios.
¿Qué le pasa al Profe? Díganos, Profe,
acaso, ¿está mutando?