Ante el virtual triunfo de Peña Nieto, copio el texto aparecido en Laberinto, Milenio, el 28 de abril del 2012.
Los
intelectuales y el regreso del PRI
En
Sin Embargo, Alejandro Páez Varela
dijo: “El PRI de inmediato se rodeará –como lo hicieron en la tormenta Luis
Echeverría, José López Portillo o Carlos Salinas– de una nata de intelectuales
que le ayudará a validarse ‘moralmente’” (http://www.sinembargo.mx/opinion/16-04-2012/6313)
Supongamos que el PRI regresa a Los Pinos.
¿Qué cambiará en el mundo intelectual mexicano?
Sí, habrá una nueva camada intelectual del
PRI. Podemos sospechar quiénes regresarán o se estrenarán en la República de
las Artes y Letras Re-Institucionalizadas.
Peña Nieto, empero, no parece darle
mucho valor al mundo intelectual.
Básicamente es un político de poca
lectura o reflexión, como vimos en la FIL. Pero Peña Nieto no necesita entender
la importancia de que intelectuales lo respalden; basta que lo entiendan sus
asesores.
El PRI inventó el sistema que Vargas
Llosa llamó la “dictadura perfecta” que incluye —como explicó ante un atónito
Octavio Paz— la compra de conciencias, como el propio Paz, aunque Vargas Llosa
lo haya exonerado de esa tradición.
Es interesante esta transición. El
escritor mexicano vivo más influyente en el mundo es Carlos Fuentes, y Fuentes
desprecia abiertamente a Peña Nieto. Otro intelectual relevante, Enrique
Krauze, recientemente habló mucho mejor de López Obrador —a quién hace seis
años repudió— que del candidato priista.
Y Javier Sicilia dice que Peña Nieto es el
“peor de los cuatro”.
Es común que intelectuales se pronuncien
a favor del voto nulo o López Obrador pero rarísimo que uno confiese que votará
por PAN y aún menos por PRI.
Los intelectuales que en urnas votarán
por PAN o PRI, en público no lo confesarán: se desprestigiarían en un medio
crítico que va de la izquierda a la incredulidad total.
Aunque es evidente que todo tipo de
intelectuales asumirán puestos gubernamentales e “independientes” en un
probable retorno del PRI.
El silencio que están guardando los
intelectuales neo-priistas es una señal de que el viejo modelo puede
actualizarse; su “silencio” es la llave de su colaboración.
En cuestión de intelectuales, el Re-PRI
generará al menos tres escenarios.
1) Una parte se re-integrarán al régimen
priista mediante el silencio “apolítico”.
2) Se creará un discurso cultural de
re-integración.
3) Otro sector se politizará con mayor
claridad que en el pasado en contra del régimen priista.
Viene una casta de intelectuales
orgánicos de clóset, que servirán al PRI haciéndose los intelectuales-muertos.
Viene una nueva ideología revolucionaria re-institucional.
Y viene también una ampliación del
rechazo de otra parte del mundo intelectual hacia el PRI.
Estamos a punto de entrar a otro
capítulo de la intrigante historia de la relación de los intelectuales con el
régimen del Partido Revolucionario Institucional, ahora espectáculo-neoliberal.