28/7/12

LA CONGELADA DE PEÑA



A días de la elección, La Congelada de Uva (Rocío Boliver) durante una protesta en el Zócalo realizó un performance en que defecó sobre imágenes de Peña Nieto. Como sabemos, la noticia circuló y, sin embargo, algo perdimos de vista.

La Congelada es la performancera mexicana más radical; célebre por sus actos extremos de desnudez, sangre, shock, órganos sexuales, derrames, dolor, exhibicionismo, abyección, masoquismo y confrontación al público.

Su acto en el Zócalo es ya una obra emblemática del arte contemporáneo contracultural en México. ¿Cuáles son sus significados más allá de los obvios y ampliamente discutidos?

Para comenzar, CongeCagaPeña muestra que el arte contemporáneo no está muerto ni es aburrido, y logra intervenir la realidad social. Millares en redes sociales repudiaron y gozaron esta obra viva.

Analizada rápidamente, la obra es un insulto a Peña Nieto, una ofensa fuerte.

Pero analizar esta obra es no comprenderla. A esta obra —abran bien sus  orificios— no hay que analizarla.

Hay que des-analizarla. Y aunque algunos comentarios de la Congelada apuntan a la lectura ya establecida de su obra, puede que ella no esté consciente, ni tenga que estarlo (ya que ella alude constantemente a los sentidos inconscientes de sus acciones) a que su obra también contiene un sentido opuesto.

A pesar de que no resulta inmediatamente visible, la obra posee una trampa: provocar que nos concentremos en el acto anal de lanzar materia fecal en la figura de un recto-presidente.

Pero la propia trayectoria de la Conge exige que la reinterpretemos, ya que con frecuencia esta artista realiza acciones en que se introduce objetos —por ejemplo, Niño Jesús o cohetes— en la vulva o vagina, y luego los eyecta como parte del ciclo introducción-expulsión, recepción-devolución.

Para entender CongeCagaPeña tenemos que ver más que un ano defecando y avizorar que lo expulsada es sólo la última parte del proceso.

Las heces arrojadas fueron precedidas por un acto de consumo y digestión que, sin embargo, la acción omitió mostrar, desviando la atención con el meteórico show de una grosera puerta trasera.

Y las fotos que circularon ayudaron a cimentar esta lectura de la obra.

Pero lo que inconscientemente dice esta performance es que el mexicano tiene al PRI adentro del cuerpo y el 2012 es un año-ano en que ha decidido sacarlo. Pero sin aceptarlo.

Para expulsarlo, deshacerse de él y, asimismo, regresarlo, recolocarlo. Uno y lo otro al mismo tiempo.

Bajo esta óptica, la pura lectura peyorativa —poder = mierda— se modifica, ya que al identificarse semióticamente lo fecal y Peña —y no olvidemos que también a Felipe Calderón, presidente saliente, se le apodó “Fecal”— evacuar sobre su imagen no significaría tanto ofenderla sino aumentarla, constituirla, alimentarla de aquello de lo cual está simbólicamente hecha.

Descarga y recarga. “Completa Cagazón”.

Si des-analizamos entonces esta obra porno-política lo que inconscientemente arroja es que aquello que el pueblo dice repudiar (“cagar”) en realidad es su producto interno brutal, el resultado directo de aquello que decide consumir, engrosar.

El popular lema actual “¡Fuera Peña!” funciona en esta obra también como una porra, en que el producto del consumo secreto produce asco y condena al extraerlo, pero sólo gracias a que se oculta el carácter cíclico de esa defecación constante.

Performance sobre cómo el PRI-se-forma, esta obra tiene un peor secreto: se trata de un parto.







Su sitio: http://www.rocioboliver.com/