26/10/13

LA CRITICA PAPARAZZI


Gabriel Zaid no permite que se le fotografíe. Pero ha escrito el ejemplo más acabado de la crítica paparazzi.

“No me rescates, compadre” de Zaid (Letras Libres, octubre) se suma a la larga lista de ninguneos a Mario Santiago Papasquiaro, cuya obra le parece “basura”.

“Son de temerse sus obras completas, que no le harán ningún favor”. Añade que sus comentaristas no han comprobado “el supuesto ninguneo” y escribe un texto lleno de ninguneo.

El texto es un cofre de chismes sobre la vida privada de Papasquiaro. Escuchemos la afinidad de Zaid con Paty Chapoy:

“Como niño consentido, exigía atención. No podía aceptar que Juan Villoro se cansara de escuchar sus poemas a las cuatro de la mañana, por lo cual se los recitaba por teléfono hasta agotar la cinta de la contestadora... Hizo un acoso más desagradable a una escritora que lo rechazó. La persiguió hasta Israel, con boleto de avión pagado, naturalmente, por su mamá”.

La crítica paparazzi renuncia al pensamiento. Consiste en perder todo componente disensual y volverse otro producto cultural chatarra, que busca habladuría, valores retrógradas, risas grabadas.

Su clave: el ataque ad hominem, emboscadas contra la moralidad de la persona biográfica, para mostrarla incorrecta, ridícula, repugnante, abyecta.

La crítica paparazzi pide al lector que acepte la falta de análisis serio de obras y, en su lugar, le da chismes o chistes. Chacota facebookeable.

La crítica paparazzi tiene una regla: si no te ríes con ella es que tú no tienes sentido del humor —Coca Cola Light dice ¡Ríete de la Vida!—; así que aliviánate y diviértete con estos Amenos Amanuenses. ¡No Te Tomes Todo Tan En Serio!

En la crítica paparazzi impera la lógica de la tele-visión: el otro es un ser distante al que debes acercarte gracias a los comediantes.

El espectáculo ganó. Letras Libres y Laura en América tienen programación indistinguible.

Ambas instancias dirigen su chismorreo contra el sujeto de clase “inferior” (social o estética), tratando de “exhibir” al “personajazo” apelando al morbo público.

La crítica paparazzi es un instrumento de la clase literaria mexicana para ridiculizar a los agentes que perturban su sistema y debilitan su poder soberano o popular.

Para sus estrellas, la República de las Letras escribe en un alto tono religioso, hagiográfico; para los vasallos, en cambio, pun y circo.

Letras, Letrillas, Letrones, este multifacetismo y variedad permiten mantener lazos con quienes aspiran a Letrarse y con quienes piden mero Espectáculo Literatoso, Vida de Escritores. ¿Literatura? ¡Sí, también está incluida!

Y mientras tanto, gobierno y empresas controlan tu existencia y Letras Libres aclara que justo eso es el libre mercado, el liberalismo, la cultura.

Quita esa cara seria, jodido. ¡Apenas viene Lo Mejor!