Gabriel Zaid no permite que se le fotografíe. Pero ha
escrito el ejemplo más acabado de la crítica paparazzi.
“No me rescates, compadre” de Zaid (Letras Libres, octubre) se suma a la
larga lista de ninguneos a Mario Santiago Papasquiaro, cuya obra le parece
“basura”.
“Son de temerse sus obras completas, que no le harán
ningún favor”. Añade que sus comentaristas no han comprobado “el supuesto ninguneo” y escribe un texto
lleno de ninguneo.
El texto es un cofre de chismes
sobre la vida privada de Papasquiaro. Escuchemos la afinidad de Zaid con Paty
Chapoy:
“Como niño consentido, exigía atención. No podía
aceptar que Juan Villoro se cansara de escuchar sus poemas a las cuatro de la
mañana, por lo cual se los recitaba por teléfono hasta agotar la cinta de la
contestadora... Hizo un acoso más desagradable a una escritora que lo rechazó.
La persiguió hasta Israel, con boleto de avión pagado, naturalmente, por su
mamá”.
La crítica paparazzi renuncia al
pensamiento. Consiste en perder todo componente disensual y volverse otro
producto cultural chatarra, que busca habladuría, valores retrógradas, risas
grabadas.
Su clave: el ataque ad hominem, emboscadas
contra la moralidad de la persona biográfica, para mostrarla incorrecta,
ridícula, repugnante, abyecta.
La crítica paparazzi pide al lector
que acepte la falta de análisis serio de obras y, en su lugar, le da chismes o
chistes. Chacota facebookeable.
La crítica paparazzi tiene una
regla: si no te ríes con ella es que tú no tienes sentido del humor —Coca Cola
Light dice ¡Ríete de la Vida!—; así que aliviánate y diviértete con estos
Amenos Amanuenses. ¡No Te Tomes Todo Tan En Serio!
En la crítica paparazzi impera la
lógica de la tele-visión: el otro es un ser distante al que debes acercarte
gracias a los comediantes.
El espectáculo ganó. Letras Libres y Laura en América tienen programación indistinguible.
Ambas instancias dirigen su
chismorreo contra el sujeto de clase “inferior” (social o estética), tratando
de “exhibir” al “personajazo” apelando al morbo público.
La crítica paparazzi es un
instrumento de la clase literaria mexicana para ridiculizar a los agentes que
perturban su sistema y debilitan su poder soberano o popular.
Para sus estrellas, la República de
las Letras escribe en un alto tono religioso, hagiográfico; para los vasallos,
en cambio, pun y circo.
Letras, Letrillas, Letrones, este
multifacetismo y variedad permiten mantener lazos con quienes aspiran a
Letrarse y con quienes piden mero Espectáculo Literatoso, Vida de Escritores.
¿Literatura? ¡Sí, también está incluida!
Y mientras tanto, gobierno y
empresas controlan tu existencia y Letras
Libres aclara que justo eso es el libre mercado, el liberalismo, la
cultura.
Quita esa cara seria, jodido.
¡Apenas viene Lo Mejor!