El otro día alguien me emaileó preguntándome cómo publicar su
primer libro. Le prometí pensar mi respuesta. Aquí está.
Si tu primer libro tiene potencial de ventas
—es una novela de trama que atrapa y está bien escrita, aunque no
necesariamente sea una obra de arte; o es un libro de temática interesante al
lector general— ve a editoriales grandes.
No dejes el engargolado en la recepción o lo
envíes por paquetería. Los editores están saturados de trabajo y desconfían de
autores desconocidos. Se supone que un libro recibido debe ser dictaminado.
Pero alguien puede abrir el paquete, hojear y echarlo al bote. Pide una cita
breve.
Si tu libro no tiene potencial de ventas pero
sabes que es interesante literariamente, prueba en concursos literarios que
incluyan publicación.
Hay jurados serios que sí leen, discuten y
eligen el que más les gusta, es decir, debes ser consciente que en un concurso
todo depende del gusto de los jurados.
Si tu novela, libros de relatos o poemario
está bien escrito y es tradicional, tienes probabilidades de ganar. Casi todo
lo que llega a concursos está lleno de clichés y deficiencias técnicas.
Si sabes que escribes bien —tienes una
imaginación o sensibilidad heterodoxa y tienes dominio técnico de la escritura—
pero tu libro es poco tradicional en forma o contenido, tienes menos
probabilidades: la mayoría de los escritores (es decir, de los jurados posibles)
son tradicionalistas.
¿Editoriales independientes? No tienen
presupuesto y prácticamente sólo publican a sus contactos. No están abiertas a
propuestas de ciudadanos.
Piensa en esto: la mayoría de la gente en el
mundo literario no sabe mucho de literatura. Paradójicamente, es más difícil
encontrar un buen lector que un buen escritor.
Por eso no funciona la mayoría de los canales
de decisiones literarias.
Pero siempre hay una minoría de lectores,
escritores, editores e internautas que saben distinguir lo nuevo, lo
interesante, lo bien hecho, lo sorprendente o, al menos, lo prometedor.
Si sabes que tu libro es interesante, autopublícalo.
Esa es hoy la mejor ruta.
¿Autopublicarlo en Internet? Hace diez años
Internet era alternativo; hoy es mainstream. Si quieres que circule,
autopublícalo electrónicamente (como pdf basta) o en un blog, pégalo. Pero en
Internet casi no se lee: se consumen
textos.
Autopublícalo como libro impreso. Busca una
imprenta local y prepara 200 ejemplares modestos.
No lo regales jamás. Intercámbialos y
véndelos donde sea posible. Pero nunca lo regales, porque los libros de autores
nuevos regalados son percibidos como algo que hay que desechar.
No pienses en los escritores mayores que tú.
Pocos tienen interés en lo nuevo.
Si el libro que autopublicaste es
interesante le irá bien. Deja que los lectores hagan su parte.
Ese es el único canal literario confiable:
el libro que se recomienda de boca en boca. Esos son los libros que duran
siglos.