Aparecido en suplemento Laberinto del diario Milenio, 20 de septiembre de 2014.
GOBIERNO COMPRA “SU” PASADO
Esta semana el gobierno mexicano, justo en el aniversario del medio siglo del Museo Nacional de Antropología e Historia (y los 75 años del INAH), anunció que compró, antes de su subasta, el llamado “Códice Chimalpahin”.
GOBIERNO COMPRA “SU” PASADO
Esta semana el gobierno mexicano, justo en el aniversario del medio siglo del Museo Nacional de Antropología e Historia (y los 75 años del INAH), anunció que compró, antes de su subasta, el llamado “Códice Chimalpahin”.
Antes de dicha subasta, escribí aquí diciendo que
subastar un documento tan importante mostraba que el colonialismo nunca se
acaba.
Fragmento del Códice Chimalpahin - INAH |
Si el documento hubiera parado, por ejemplo, en una
universidad norteamericana, sería un trofeo académico-imperial más. Como
sabemos, empresas, instituciones y gobierno norteamericanos tratan a indígenas
y tercer-mundanos como sub-humanos. Pero desean sus “riquezas” (materiales y
simbólicas).
En el caso de gobiernos tercer-mundeados, la situación es
otra (…y no). También tratan a los indígenas como sub-humanos —en México los
perros de la clase alta viven mejor que millones de indígenas— y el gobierno solo
los usa para folclóricos photo-ops y, un click después, seguir exterminando esas culturas y
explotando esos cuerpos.
Los documentos ahí incluidos, además, son bastante
problemáticos. Son visiones de letrados (Chimalpahin e Ixtlilxóchitl) en
quienes habitan elementos tanto de defensa del corpus indígena como de la exitosa colonización de su ser.
Esos textos son registros de la Colonia definiéndolo todo.
No es ningún accidente que esos tres tomos hayan sido
propiedad de Sigüenza y Góngora, un letrado de la Nueva España que veía
a los indígenas como bestias. Si alguien no lo cree, simplemente, léalo.
Ahora el documento es definido y anunciado, obviamente,
como un archivo fundacional de “México” y de sus ciencias-patrias (su
historiografía, se ha dicho).
Si aceptamos esa afirmación, entonces lo que el gobierno
está diciendo es que la historia mexicana y sus Humanidades están basadas en la
dominación de los otros, y el enmascaramiento del genocidio, mediante actos de
apropiación de “tesoros culturales” que ocultan cómo y para qué fueron
elaborados y coleccionados.
Desde un punto de vista ético, estos documentos solo
deben pertenecer a los indígenas de México, Centro y Norteamérica, cuyos
cuerpos vivos y antepasados han sido violentados de modo atroz por el
colonio-capitalismo.
Cuando exista un gobierno indígena americano debe
reclamar ese llamado “Códice” (un nombre inexacto, exotizante y tramposo) y
hacer con él lo que ellos decidan, desde perdonarnos hasta quemarlo.
Mientras tanto, la apropiación y uso de esos documentos
es un acto más de guerra por parte de Occidente contra los indígenas.