Junto a una causa social urgente se requiere un nombre, lema o símbolo
que cohesione e inspire a una nueva identidad cultural. Eso fue “#YoSoy132”.
Analicemos su numerología política.
Analicemos su numerología política.
Colectividad fuertemente individualista:
“Yo soy”. Mensaje de sus videos: querer contar
uno por uno.
Por eso parten de juegos de número (“#”). Pero sin ser masa. No les atrajo “Ninis” o “Prole”. Ni tomar el “Somos Legión” de Anonymous o el “99%” de Occupy.
“#YoSoy132” es fórmula cuya magia es mostrar que “son más de los que
crees” y simultáneamente mantenerse élite pensante en que no se pierde el
rostro, y en lugar de máscaras se
prefiere enseñar la credencial universitaria.
Asirse a la cifra 132 es una manera de no volverse los incontables y anónimos 60 mil muertos de
la narco-guerra calderoniana.
“Somos estudiantes. Somos un
antiguo minero, o un joven rebelde, o una burguesa guapa. Somos lo que ustedes
no son” decía un primer manifiesto, algo narcisista.
Es azar —o guiño inconsciente— que la cifra 132 sea complementaria de
68 y sumen un bicentenario alternativo.
132 es un intento psicohistórico de cerrar
la herida del 68; de resolver el 2 de octubre no se olvida (depresivo).
Los estudiantes evitan pensar en repetición del 68, aunque está en su
inconsciente como sugiere su reacción a defensa de Peña Nieto sobre “Atenco”,
que simboliza el fantasma de ellos ser reprimidos por el gobierno.
#YoSoy132 es un fenómeno de la generación Millenial mexicana, nacida a partir de 1982. Post-Gen X. Anti-nihilistas.
#YoSoy132 es un fenómeno de la generación Millenial mexicana, nacida a partir de 1982. Post-Gen X. Anti-nihilistas.
Los Millenials tienden a ser Yo-Yos y 132 es un subgrupo crítico-activista de Mex-Millenials. Aparecer hoy no
es azar: sus primeros miembros alcanzan los 30.
Siento 32 es aviso de que su madurez
comienza. Otra generación toca la puerta. Antes del relevo, 132 quiere dejar su
marca, actuar.
Este subgrupo generacional es además la primera manifestación pública
de lo que he llamado —en mi libro La
increíble hazaña de ser mexicano— el “nuevo mexicano”.
Los nuevos mexicanos carecen de aquel ingrediente de la vieja
mexicanidad: “No se puede”.
Los 132 crecieron en alternancia; no vivieron como generaciones
previas en el No-Se-Puede-con-el-PRI. Son post-foxistas.
132 funciona porque tienen una Buena Imagen —no son “indios” o
“revoltosos”, SME o “maestros”—: son lo juvenil que la propia Televisa impulsó
como lo más fresco y atractivo.
Pueden ser percibidos como RBD anti-EPN y Morena Fresa: 132 “cool”.
Si esos mismos reclamos y millares fueran encapuchados, la clase media
se asustaría. Pero video-rostros de la
Ibero facilitaron la buena acogida.
132 es cibercultura post-EZLN.
En pre-elección, 132 es una esperanza contra televisoras y PRI.
Pero en verdad nadie sabe si serán la “nueva conciencia” del “2012” —por cierto, 20 + 12 = 32—
o el principio de 132 No Alcanzó.
2012 está por contarse.
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* Nota: Un lector me hace ver que el 11 de mayo —día del encontronazo de Peña Nieto en la Ibero— fue el día 132 del año.
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* Nota: Un lector me hace ver que el 11 de mayo —día del encontronazo de Peña Nieto en la Ibero— fue el día 132 del año.