* "Archivo Hache" es mi columna semanal en el suplemento cultural "Laberinto" del diario mexicano Milenio. La columna de esta semana apareció el sábado 27 de junio del 2015.
* * Guillermo Parra tradujo este texto: "The Berkeley Poetry Conference"
LA CONFERENCIA DE POESIA EN BERKELEY
Este año la poesía experimental norteamericana vive una crisis sin
precedentes y la semana pasada ocurrió un giro histórico.
Entre el 15-19 de junio se celebraría la
Conferencia de Poesía de Berkeley, que reuniría poetas innovadores (a mitad de
carrera) para conmemorar los 50 años (1965) de la congregación de escritores
como Charles Olson, Robert Duncan, Allen Ginsberg, Gary Snyder, Jack Spicer,
entre otros.
La conferencia de 1965 fue definitoria e
histórica. Y la nueva conferencia de Berkeley también aseguraba volverse un
punto de referencia.
Entre los participantes estaban (por
mencionar cinco) Claudia Rankine, Cathy Park Hong, Juliana Spahr, Fred Moten y
Vanessa Place, es decir, representantes de lo mejor de la poesía norteamericana
actual.
Pero antes de la conferencia, estalló el
escándalo contra las obras racistas de Vanessa Place. Se discutía el retiro de
la invitación a Place, quien seguramente aprovecharía el evento para realizar
algún performance racista o polémico.
Los organizadores, sin embargo,
reiteraron la invitación a Place. Y en cuestión de días, tres cuartas partes de
los invitados cancelamos. La conferencia se derrumbó.
El solo hecho de este boicot marcaba ya
un momento histórico, un símbolo de los nuevos tiempos poéticos, de la crisis
socio-política y la explosividad de este periodo literario.
Pero los organizadores realizaron una
contra-jugada magistral: aceptaron cancelar la conferencia original pero en su
lugar organizaron otra: “Conversación, Color, Composición: Una conferencia en
Berkeley”.
Junto a poetas que no habían cancelado y
nuevos poetas de color (no-blancos), ahora se reunía a CA Conrad, Hugo García
Manríquez, Judith Goldman, Craig Santos Perez, Ronaldo Wilson, entre otros.
La conferencia se realizó, y las
expectativas, la destreza técnica en las lecturas y paneles de discusión la
hicieron memorable.
La discusión posterior, por supuesto,
seguirá por mucho tiempo.
Pero lo clave es que todo lo ocurrido,
desde la memoria de aquella conferencia de 1965 hasta el derrumbe de la
conferencia original de 2015 y la celebración de la nueva establecieron un
nuevo momento de la poesía norteamericana y, debido a su peso, de la poesía
mundial.
Todo esto ocurre en medio de la crisis de
violencia policiaca (desde Ferguson hasta Ayotzinapa); la nueva conferencia
justo ocurrió en la misma semana que la matanza de Charleston y el discurso
racista de Donald Trump.
Las consecuencias de todo lo ocurrido en
la poesía norteamericana y el evento para celebrar el cincuentenario, dejaron
sellados dos hechos ya incontestables: 1) este 2015 se cerró oficialmente un
ciclo de la poesía norteamericana y 2) la nueva poesía norteamericana será
crecientemente dominada por poetas no-blancos.
Será la lucha entre la supremacía blanca
literaria (matriarco-patriarcal) y las poéticas de las minorías la que
determinará el rumbo de la poesía de este nuevo siglo.